El martes pasado en el Colmex, dentro del cíclo "¿A dónde va la izquierda?", se presentó el ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.
La sesión (que seguí por Twitter en http://twitter.com/RojasIrvin) fue inusualmente concurrida por estudiantes y alumnos del Colmex, pero también de público externo, al grado que también se encontraba repleto el vestíbulo de la Sala Alfonso Reyes, donde se transmitió el evento simultáneamente en pantallas. El ex candidato fue, a diferencia de los anteriores ponentes, recibido por los asistentes de pie y entre aplausos.
El discurso de AMLO a mi parecer dejó a los asistentes con las ganas de escuchar más sobre a dónde va la izquierda. En vez de eso, AMLO comenzó su intervención haciendo un recuento de los miembros de lo que el llama "la mafia", un grupo selecto de poderosos que impusieron a Calderón en el poder y que ahora impulsan, más temprano que en otros sexenios, a Peña Nieto, "un candidato que es promovido como se promocionan los productos chatarra".
Para combatir a la mafia y transformar a México, dijo AMLO, el movimiento que él encabeza se propone seguir las siguientes estrategias:
- Que la transformación sólo puede venir desde abajo. Es decir, que las acciones se realizarán bajo el ampliamente publicitado principio de que "sólo el pueblo puede salvar al pueblo".
- La ampliación del número de representantes del movimiento a lo largo del país.
- Extender la difusión en los medios alternativos de comunicación, como Twitter y YouTube (donde ciertamente AMLO tiene constante presencia), además del nuevo periódico del movimiento, Regeneración, que alude al célebre Regeneración de los hermanos Flores Magón.
- La defensa ante todo lo que signifique retroceso y de aquellos oprimidos y violentados en sus derechos. Esto implica continuar en la pugna por la defensa de la economía popular y el apoyo al SME.
- La creación de un renovado Proyecto Alternativo de Nación.
Luego, AMLO hiló el resto discurso al último punto de las estrategia, para leer casi al pie de la letra, salvo algunos comentarios, los diez puntos sobre los que el plan se fundamentará, que se encuentran plasmados en el primero número del Regeneración. Esta fue la parte decepcionante del discurso, pues hemos escuchado a AMLO muchas veces opinar al respecto. Creo que el público presente, ciertamente bien informado, esperaba más que un discurso político de campaña.
Durante la sesión de preguntas, AMLO abordó asuntos de actualidad motivados por las inquietudes de estudiantes y académicos. Criticó la forma en que se explotaron los yacimientos petroleros en la década pasada; se manifestó en contra de los transgénicos; mencionó que aparece en los spots del PT porque es el único de los partidos de izquierda que le cede sus espacios.
Hizo énfasis en que buena parte de los problemas de la delincuencia y el crimen organizado se deben a la falta de oportunidades que enfrentan los pobres; dijo que cuando fue Jefe de Gobierno del DF jamás tuvo problemas con el SME ni con el servicio que proveían, indicó que había maneras de negociar la mejora en la productividad de LyF; defendió la obra pública durante su administración en el DF, resaltando que no hubo un mayor endeudamiento y que la inversión en el metro superó con creces la de los segundos pisos.
Sobre el candidato de la izquierda para 2012 AMLO dijo que deberá ser el que mejor posicionado esté en ese momento, y que nunca echará por la borda sus convicciones, pues lo que busca no es un cargo.
Finalmente, sobre las bodas homosexuales y la interrupción legal del embarazo, AMLO dijo "soy juarista, que la gente decida en libertad".
Sin duda, AMLO sigue siendo uno de los actores políticos más influyentes del país. Se puede estar o no de acuerdo con él, pero sus declaraciones y actitudes tiene eco. Además, su poder de convocatoria, aunque ya no en la magnitud de 2006, muestra que existe un gran número de mexicanos que piensan como él y están dispuestos a actuar como él indique.