miércoles, 29 de septiembre de 2010

¡Otro encobijado!

Cuando vi esta imagen pensé que se trataba de otro lamentable suceso relacionado con el crimen organizado en México. Sin embargo, este nuevo encobijado es más bien víctima de la falta de planeación (e imaginación) en la Secretaría de Educación Pública y la comisión organizadora de los festejos del Bicentenario, quienes no supieron qué hacer con el polémico Coloso y luce arrumbado en un estacionamiento.

Fuente: laprensa.mx


¿Nadie tuve una sola mejor idea para esta escultura? ¡Que me la manden para mi jardín!

martes, 28 de septiembre de 2010

Sobre el estudio de la movilidad social y la nueva evidencia para México, en La Puerta del CEE

Esta semana sale en La Puerta del CEE, el blog de estudiantes y profesores del Centro de Estudios Económicos de El Colegio de México, un post en el que hago una breve descripción de cómo se ha abordado el tema de movilidad social, desde distintos puntos de vista, tanto en la sociología como en la economía. Además, ligo estos antecedentes a los resultados de mi tesis de maestría. El post se titula "Sobre el estudio de la movilidad social y la nueva evidencia para México". En seguida reproduzco un párrafo y una gráfica:

En mi trabajo “Transmisión Intergeneracional del Ingreso en México” empleo el mismo método para estimar la elasticidad intergeneracional en México usando los datos de la Encuesta de Movilidad Social 2006 del Centro de Estudios Espinoza Yglesias y la Encuesta de Ingreso y Gasto de los Hogares 1992 del INEGI. Los resultados arrojan una estimación de la beta intergeneracional de 0.31. La Figura 2 muestra los resultados obtenidos para distintos países empleando una metodología similar. Los resultados implican un mayor grado de movilidad social en México que en todos los países en desarrollo con estudios comparables.

Fuente: La Puerta del CEE

Este post es la versión resumida de lo que abordé en mi presentación en la División de Ciencias Económico Administrativas de Chapingo, en agosto pasado.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Encuentre las diferencias

El jueves el hoy diputado federal por el Distrito 1 de Michoacán Julio César Godoy Toscano asumió su cargo burlando los retenes policiales que lo esperaban pues aún enfrenta un proceso judicial por presuntos nexos con el narcotráfico. Escondido en una camioneta entró a San Lázaro y como un delincuente se escondió dos días en una oficina.

Lamentablemente, el PRD se vió muy mal al usar las tácticas panistas de cuando Calderón tomó posesión, ambas, con la anuencia del PRI. ¡Qué vergüenza de congreso!

Encuentren las diferencias en los siguientes dos pares de imágenes:




Fuente: ¡El H. Congreso de la Unión!

lunes, 20 de septiembre de 2010

Por el dedo de Dios se escribió, en El Financiero en Línea

He aquí una versión de mi reflexión sobre el Bicentenario y las razones para celebrarlo, que aparece en la edición en línea del diario mexicano El Financiero.

martes, 14 de septiembre de 2010

Por el dedo de Dios se escribió

Y llegó el día esperado por muchos, por detractores y ultra-patriotas, el esperado por cien años, el momento en el que el 20 y el 10 se juntarían para jugar con el año en que se celebran 200 años del inicio de la guerra de independencia y 100 años del inicio de la lucha revolucionaria: el multipublicitado Bicentenario.

Como cada año, millones se concentrarán en los espacios públicos, desde el zócalo de la Ciudad de México hasta la plaza del municipio más humilde del país, continuando con una celebración que de niños a todos nos ilusionaba y sobre la que recientemente mucho se ha comentado. Y es que en nuestro tiempo, en el que la información oficial ya no es la que más pesa en las opiniones de la gente, la crítica a esta ceremonia ha hecho eco en redes sociales y medios alternativos. (Vean por ejemplo esto que me recibí en mi Twitter).

La situación económica y social de México no es, por mucho, la mejor en la época reciente, ni la mejor, comparada con otros países de Latinoamérica, que celebran también en este mismo año o en los venideros, su bicenterio de independencia. La lucha emprendida contra el crimen organizado por parte del Gobierno Federal no mejora la percepción popular de inseguridad en el país. Por ello, muchos consideran que no hay mucho o quizás nada por celebrar en este Bicentenario. Se critica que los desfiles y demás ceremonias carecen de contenido y se limitan a un espectáculo digno de Disneylandia. Otros van a detalle: que si el desfile se montó por extranjeros, que si no se debieron mover los restos de los héroes al Palacio Nacional, que si el programa Discutamos México no lo veía nadie, que si ninguna obra monumental quedará para el recuerdo de este 2010... Chequen esta en El País sobre El Bicentenario más triste de América.

Otros creen que el sol va a salir. Esta semana se publicaron varios reportajes en The Economist sobre un posible resurgimiento económico en toda la región de América Latina, con altas tasas de crecimiento respaldadas por una política fiscal responsable y una estabilidad de precios nunca antes vista. México ha visto como naciones con niveles de vida similares o inferiores al suyo a mediados del siglo se han convertido en sociedades modernas, por ejemplo Corea o Brasil; sin embargo, aunque las autoridades federales hayan puesto en la agenda como primera prioridad la seguridad pública, este es un país que no se mueve solo. Sobre todo hay una buena base de jóvenes en las instituciones de educación media y superior, que como dice Krauze en la nota de El País, han crecido sin ninguna esperanza en sus gobernantes, y quienes tienen la responsabilidad histórica de generar un cambio de fondo, comenzando por sus consciencias. Nuestro país ha demostrado que en él se puede generar riqueza, y mucha. Y seguro que también hay políticos y burócratas conscientes de su responsabilidad para el buen funcionamiento de un Estado.

Aún así, las potenciales ganancias del progreso no se han distribuido con equidad en nuestra gente, que ve, en gran número, pasar el tiempo sin esperanza de tener una vida mejor, y quizás esperando tristemente el día de su muerte. En medio de este panorama, las fiestas del Bicentenario nos deben servir para realizar un análisis crítico de lo que somos y lo que queremos. Sin cantar victoria por lo que se ha hecho, sin quedar satisfechos por lo que parece venir y sin perder el asombro por las atrocidades que los humanos somos capaces de hacer por poder o dinero. Pero sí celebrar los mitos que construyeron nuestra nación y las realidades que inspiraron las luchas.

Y no olvidemos el resto de nuestras luchas: la independencia fue un paso determinante en la construcción de nuestra nación, pero sólo el primero. Recordemos La Reforma de Juárez, que sentó las bases de un Estado laico encabezado por civiles. Retomemos los ideales sociales de la lucha revolucionaria, recordando que aún hay desigualdad, despojo y, prácticamente, esclavitud. No olvidemos los proyectos progresistas de Cárdenas y Vasconcelos. Honremos la memoria anónima de los estudiantes caídos en 1968.

Quizás en 1821 algún vivo/despistado presidente querrá tener un "Auténtico" Bicentenario de la Independencia conmemorando la entrada del Ejército Trigarante. Y también (porque será el mismo) quizá querrá tener su "Legítimo" Centenario de la Revolución en 1920 o 1924, ya cuando haya más consenso si la Revolución terminó con la llega a la Presidencia de De la Huerta o de Calles. Quizás alguien haga una tema musicalmente valioso, quizás haya una obra de la talla del Ángel de la Independencia para conmemorar las fiestas. Pero ya sea entonces o ahora, las fiestas brindan oportunidades únicas, como en todos los cumpleaños: el momento de hacer un recuento y reflexionar sobre lo que se ha hecho bien y pensar en la forma de mejorar lo que se hace mal.

Cuando esto se lleva al terreno colectivo, suena a retórica, pero el Bicentenario debería ser el momento en el que a nivel personal demos un giro de timón que trascienda en el agregado. Sobre todo, pensar en un cambio que nos permita liberarnos de los lastres del nacionalismo carente de sentido.


Primero debemos solucionar nuestras contradicciones: la de un país en el que la mitad de su gente está sumida en la desesperanza mientras la otra mitad saca provecho del progreso económico, tecnológico y social; de un país que se rasga las vestiduras del nacionalismo con el desfile de tropas extranjeras y permite que 72 seres humanos mueran en sus terrenos; de un país que valora mucho los símbolos y los instrumentos (un desfile, un presidente) mientras se olvida de la esencia de las luchas (la libertad, la igualdad, la democracia); de un país que ama tanto su pasado que comente el fatídico error de desear volver a él.

Luego entonces podremos verificar si es si cierto que el destino de este pueblo "por el dedo de Dios se escribió".

¡Viva México!

Asuntos "importantes"

A veces es muy divertido leer el orden del día en las cámaras del Congreso de México y ver el tipo de cosas que se discuten. Por ejemplo, en la sesión del día de hoy, 14 de septiembre de 2010, se lista en el orden del día lo siguiente:


¿Acaso no hay bastantes burócratas para tratar con estos asuntos tan "importantes"?


miércoles, 8 de septiembre de 2010

Trabajo no calificado, no necesariamente mal pagado

Hoy en The Economist encontré esta gráfica sobre el porcentaje de graduados de universidades en algunos países seleccionados de la OCDE que trabajan en actividades de baja calificación:

Fuente: The Economist

Parece que en varios de los países analizados existe una gran proporción de profesionales que tienen empleos poco calificados, lo cual podría llegar a interpretarse como una evidencia de que el sistema educativo no se adapta a los requerimientos del mercado laboral. Esta es la interpretación que muchas veces se le da en México a este fenómeno y se propone por tanto una mayor vinculación entre el sector productivo y las universidades. Por ejemplo vean esta nota de El Universal.

Sin embargo, llama la atención un dato en la misma gráfica, el de los ingresos promedio mensuales de los graduados, pues no se puede afirmar categóricamente que los empleos menos calificados tengan un ingreso menor al promedio. Noten sólo el caso de Hungría, el segundo país con mayor proporción de graduados que trabajan en su profesión, de la muestra analizada pero con un ingreso mucho menor que incluso España.

Es probable que nos topemos entonces al mencionado problema de exceso de oferta implícito en la afirmación de que "se deben coordinar las empresas y las universidades". Pero también puede ser que nos estemos enfrentando a un problema de retornos. Quizás la la cobertura educativa ha generado no sólo una abundancia de profesionistas, sino demasiados buenos profesionistas. Quizás las cifras no reflejen más que la decisión racional de elegir entre el empleo que a uno le gusta y el empleo que mejor paga.

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