De acuerdo a un cálculo propio, basado en los datos de población y superficie destinada a la producción agropecuaria, 106 de los 300 distritos electorales son distritos que podríamos considerar distritos del campo.
Según este criterio, cerca de un quinto de la cámara de diputados representará a distritos cuya población vive en su mayoría en localidades pequeñas y/o en las que las actividades agropecuarias representan una parte mayoritaria de sus actividades productivas. Líderes empresariales del sector y representantes de asociaciones campesinas y de productores estarán sentados en la cámara bajo las siglas de las tres principales fuerzas políticas: 69 por el PRI-PVEM, 19 por el PAN y 18 por el Movimiento Progresista.
Pueden leer mi post completo sobre las indefiniciones de la política rural y agropecuaria, y los grupos de interés en el sector,
en Ciudadanía que Debate y Construye, el blog del
Centro de Estudios Espinoza Yglesias en El Financiero.