Hoy se dio a conocer por parte del Banco de México la tercera minuta de la decisión de política monetaria. El punto central es la decisión sobre la tasa de interés. Aunque este ejercicio es muy importante y que sea publico es un punto bueno para el Banco de México, es de notar que en dichas reuniones asiste el Secretario de Hacienda y Crédito Público, Ernesto Cordero.
Llama la atención que aun cuando el mandato del Banco de México es únicamente cuidar el poder adquisitivo del peso, el responsable de la recaudación y el presupuesto del país tenga, aunque podría decirse que mínima, pero injerencia al fin. En mi entender, la participación del Secretario resta credibilidad a las decisiones de la Junta de Gobierno.
Y es que recordemos que la independencia del Banco Central surgió como una solución al problema de la inconsistencia dinámica de la política monetaria, que implicaba, en corto, que los gobiernos nacionales, a cargo de la política monetaria, podían comprometerse a una baja inflación en el futuro, pero que en los hechos les resultaba más beneficioso no hacerlo. Los agentes económicos se darían cuenta de esto y el resultado sería un equilibrio con mayor inflación y menor empleo y producto. (El artículo de Kyland y Prescott muestra esto). En un influyente artículo, Rogoff plantean una solución en términos de delegación, que en la práctica está representada por la independencia del Banco Central.
Incluso países con doble mandato, es decir, aquellos cuyo banco central vigila tanto la inflación como el empleo, no es común que funcionarios que tienen que ver más con la política fiscal, estén involucrados en este tipo de reuniones. Por ejemplo, acá puede ver una minuta de la Reserva Federal de los Estados Unidos en su reunión de diciembre de 2007. (Escogí esta minuta porque es la época en que la crisis financiera estaba en sus momentos más duros). No hay funcionarios que no sean de la FED, aunque sí algunas personas cuyos cargos permiten inferir que tienen un rol más técnico.
Fuente: http://www.federalreserve.gov/