Se está cumpliendo un año del Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, acuerdo firmado en un medio del impacto mediático que tuvo el asesinato del hijo del empresario Fernando Martí, a manos de sus secuestradores. Sin embargo, las cifras sobre asesinatos han crecido de forma importante desde que las autoridades realizaron este pacto con diversos sectores de la sociedad.
Según información de El Universal, desde entonces a la fecha, 7 mil 296 personas han muerto en hechos relacionados al combate de la delincuencia organizada. En los 12 meses previos al pacto la cifra de víctimas se ubicó en 3 mil 742. Actualmente el promedio de asesinatos es de 20.10 cada día, mientras que en 2008 el promedio diario de ejecuciones era de 10.25. Más aun, son las entidades en las que las fuerzas federales han incursionado donde la violencia se ha recrudecido en los últimos meses, como lo muestra el siguiente gráfico (el PDF de El Universal es muy bueno):
Este acuerdo, más que cumplir con el objetivo de combatir a la delincuencia, ha servido para que las autoridades del Gobierno Federal se presenten como los valientes defensores de los mexicanos, que exponen hasta su vida por nuestro bienestar. Pero de acuerdo a datos de México Unido Contra la Delincuencia y otras organizaciones, las autoridades, en todos sus niveles, han incumplido con sus compromisos. La peor evaluación correspondió a los ayuntamientos, que registran avances nulos en el cumplimiento de la mitad de los compromisos establecidos y bajo en la otra mitad.
Llegamos al primer año del acuerdo con pocos resultados, mucha preocupación y poca esperanza de que la situación mejore y otra terrible noticia: hoy asesinaron al Presidente del Congreso de Guerrero. ¿No que si no podían, renunciarían? ¡Qué triste!
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