Mucho se ha escrito sobre el tiempo en que los países latinamericanos se recuperaran de la caída en el PIB y en particular de que la economía mexicana será la que más decrecerá de entre las economías de Latinoamérica. También se ha escrito mucho sobre los planes para impulsar la recuperación económica en los países desarrollados y en los países en desarrollo.
Sin embargo, considero que se ha puesto poco énfasis en el aspecto del desempleo. En particular, como algunos modelos macroeconómicos apuntan, los efectos del desempleo en una sociedad pueden tener efectos que perduren en el tiempo (estos efectos, conocidos como efectos de histérsis, se relacionan con el incremento en la tasa natural de desempleo, en la percepción de la sociedad como "normal" de una tasa de desempleo alta y de la pérdida de capacidades de la mano de obra).
De la misma forma, los cálculos de los efectos sobre el empleo de la crisis económica no consistentes unos con otros. En este sentido, hoy Gerardo Esquivel en El Placer de Disentir presenta algunas estimaciones sobre el aumento del desempleo en México, siendo este de alrededor 1 millón 350 mil desempleados más que en mayo de 2008.
Por otro lado, los que sí tienen empleo no se enfrentan a una situación mucho mejor. De acuerdo con la CEPAL, cuyas cifras se citan en hoy en La Jornada, y con base en datos de la industria manufacturera, México se encuentra sólo por encima de Filipinas en cuanto a compensaciones económicas por hora, además de que el salario mínimo ha decrecido, entre 1997 y 2007, en 25 por ciento.
De estos dos apuntes es clara que la situación del empleo es un problema que nos debe ocupar ya, siendo igual de importante la situación de aquellos que no tienen un empleo, como de aquellos que lo tienen, pero en condiciones laborales precarias.
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